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EL INCREÍBLE LIBRO DE LA SEMANA [CRISIS VALERO]

MATADERO CINCO
Rosewater estaba leyendo en la cama contigua, y Billy le introdujo en la conversación preguntándole qué era lo que estaba leyendo.
La respuesta fue El Evangelio del Espacio, de Kilgore Trout, donde se narraba la historia de un visitante del espacio que había hecho un profundo estudio del Cristianismo para comprender, en lo posible, por qué los cristianos encontraban tan fácil la crueldad. Llegó a la conclusión de que el problema era debido a un desliz existente en el Nuevo Testamento. El suponía que la intención del Evangelio era enseñar a la gente, entre otras cosas, a ser compasiva, incluso con las personas más bajas y ruines.
Pero lo que el Evangelio enseñaba en realidad era esto:
Antes de matar a alguien, asegúrate de que no está bien relacionado. Así es.
El defecto de las historias de Cristo, decía el visitante de espacio, estaba en que era en realidad el Hijo del Ser más Poderoso del Universo, aunque pareciera un don nadie. Y los lectores así lo veían, de manera que cuando llegaban al momento de la crucifixión pensaban:
¡Esta vez han metido la pata al escoger a ese tío para lincharle!
Y ese pensamiento engendraba otro: Hay que saber escoger a las personas a las que se puede linchar. ¿Quiénes son? La personas que no están bien relacionadas. Eso es.
El visitante del Espacio regaló a los terrícolas un nuevo evangelio en el que Jesús era realmente un don nadie y un estorbo para muchas personas mejor relacionadas que él. No obstante, también decía todas las cosas encantadoras y confusas que dicen los evangelios.
Y, al igual que en esos otros evangelios, un buen día la gente se divertía clavándole en una cruz que plantaban en la cima de un monte. No existían probabilidades de represalia, creían los linchadores. Y el lector pensaba lo mismo, ya que el nuevo evangelio insistía una y otra vez en lo poquita cosa que era Jesús.
Pero de pronto, poco antes de que el don nadie muriera, los cielos se abrían y caían rayos y truenos. La aplastante voz de Dios se dejaba oír. Decía a la gente que iba a adoptar al chico como hijo, dándole por toda la eternidad los poderes y privilegios del Hijo del Creador del Universo.
¡Y desde este momento- añadía- se castigará horriblemente a todo aquel que torture a cualquier golfo que no esté bien relacionado!

DE KURT VONNEGUT

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