Gracias a una descendiente de este escritor y periodista tan excepcional y de tan trágica muerte, sabemos que nació en Alburquerque (Badajoz) en noviembre de 1900, de familia de menestrales corcheros. Benigno era un joven apuesto, alto para la época y muy delgado, dicen todos. Cuando fue llamado a filas y de recluta ya fue maltratado por su debilidad física. Destinado en Barcelona y al parecer ya de cabo se hartó de humillaciones y no se lo pensó dos veces, desertó. Lo trincaron y para el talego. Posteriormente salió con un indulto. Pero en plena dictadura de Primo de Rivera, las cosas estaban crudas para los periodistas de izquierdas, y aún así, el chico encontró trabajo, lo que demuestra su valía. Se cree que desde 1928 ya colaboraba con folletines de aventuras en la revista Lecturas, concretamente la increíble novela verniana "El secreto de un loco" (primer español en Marte) fue publicado en 1928, como decimos, con ilustraciones de Serra i Massana. Estos folletines tenían mucho éxito por entonces. Eran como novelas por entregas pero con más estilo literario y con contenido social o ejemplarizador pero sin moralina clerical. Concretamente, Bejarano componía personajes arquetípicos con indudables pretensiones didácticas. Bejarano tenía gran éxito en este generó y se llegaron a publicar más de cuatro ediciones de la primera y siguiente parte de este folletín interplanetario. La cubierta de la segunda parte fue obra de Clave. Se sabe que la propia CNT reeditó la novela durante la guerra.
En otras novelas, Bejarano juega con las expectativas del lector (que el Bueno gane y se case con la Chica), y con un sentido del humor harto burlón, pero amargo ciertamente, destruía sin piedad y en el último momento toda posibilidad de dicha, eso sí, después de haber entretenido al lector con los inimaginables acontecimientos. Esta libertad sólo la tenían los autores de novelas por entregas. Así se ganaba por entonces la vida este periodista y escritor tan imaginativo como ecléctico.
Pero con la llegada de la II República, Bejarano vuelve por sus fueros y retornó a sus colaboraciones en "La Soli" que a veces firmaba con el nombre de alguno de sus personajes de novela. También escribió para este periódico, cuentos y la novela "Turistas en España" que es la historia de un joven español que recibe la visita de un inglés recién llegado al que se quiere enseñar las mejoras que ha traído la II República. En la novela esto le resulta imposible al español. Corría el año 1933, y muy en la línea de la CNT, y más aún de la sectaria FAI, la novela era muy injusta con la II República, independientemente de que meses después ganaría las elecciones la derecha y que era precisamente esta derecha la que había torpedeado las reformas del bienio azañista. En 1938 publica "Enviado especial" en la misma línea de la anterior pero ampliando territorios.
Al fin de la guerra se exilia a Francia con su mujer viviendo en Burdeos con otros señalados artistas. La llegada de los nazis arruina la vida de Bejarano. En 1942 es detenido y tras un breve periodo en un castillo-prisión y como apátrida (Serrano Suñer había dicho a los alemanes que los republicanos españoles no tenían la nacionalidad española, lo que los condenaba a muerte), como apátrida, digo, es trasladado al campo de Neuengamme (Hamburgo) y posteriormente a un kommando de trabajo, satélite del anterior, sito en Watensteds. Bejarano tenía precarios los pulmones pues era gran fumador y pese a la ayuda que le prestaban otros compañeros españoles, su salud empezó a decaer en picado y los alemanes se lo llevaron en 1944 para gasearlo en un camión especial donde se encerraba a los presos y cuyo tubo de escape se introducían en la caja hermética. Les llamaban camiones fantasma. Y así murió el pobre Benigno Bejarano que nunca hizo mal a nadie, al contrario, divirtió a miles de lectores y dio esperanzas para el futuro a muchos miles más.
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