En su constante ofensiva contra las libertades individuales y colectivas, el Gobierno pretende someter a un trato degradante y a una injerencia arbitraria al conjunto de las mujeres de este país.
El Ministro de “Justicia”, que más parece hoy un ministro del nacional-catolicismo, defiende una contrarreforma del Aborto que supone una regresión inaceptable en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Pues el retroceso no se limita a la ley de 1985, de despenalización en los tres supuestos (malformación fetal, violación y salud física y psíquica de la madre), sino que nos traslada más lejos aún en el tiempo, eliminando incluso el supuesto de malformación fetal.
El despotismo gubernamental pretende contentar al sector más reaccionario de su electorado. Pero la hipocresía es mayúscula, cuando se eliminan los derechos sociales, sanitarios y educativos, y se pretende defender al “no nacido”, en base a las supersticiones de los supuestos y autoproclamados representantes de la divinidad.
Hoy tenemos una razón más para salir a la calle a protestar. Una razón más para exigir la dimisión en pleno de este Gobierno despótico. Una razón más para organizarnos al margen de la sinrazón de la política institucional. No basta con quejarse y decir que las cosas van mal. Hay que moverse y construir una transformación social efectiva. Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos ya estamos perdidos.
Nosotras parimos, nosotras decidimos.
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Publicado en el Periódico cnt (nº408), en Febrero de 2014
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